La crisis sanitaria actual está afectando claramente a la economía. Desde que se decretó el estado de alarma, la mayoría de los autónomos y las pymes han experimentado una caída drástica de sus ingresos y muchos se han visto obligados a cerrar su negocio. En muchos casos, los que siguen en activo se encuentran que no pueden pagar las nóminas o la Seguridad Social de sus empleados o bien, a sus proveedores, etc. Por eso, ahora que ya hemos iniciado la llamada desescalada hacia ‘la nueva normalidad’, ¿cómo lo afrontan los negocios para sobrevivir y volver lo antes posible a encender motores?
A grandes rasgos, habrá una serie de necesidades y aspectos clave que deben tener en cuenta los empresarios para tirar adelante y ver la luz al final del túnel. Principalmente son:
Liquidez para asumir pagos y gastos
El Gobierno español ha implementado varias ayudas, recogidas en el Real decreto ley de 17 de marzo, para garantizar la liquidez de las empresas ante las dificultades originadas por el paro de la actividad económica durante el estado de alarma.
Una de las primeras medidas ha sido la aprobación de una línea de avales de hasta 100.000 millones de euros por cuenta del Estado para empresas y autónomos. Además, de un segundo tramo dotado con 20.000 millones de euros.
Pero eso no es todo; se han puesto en marcha los llamados préstamos ICO COVID-19 para financiar los negocios de estos profesionales que se están viendo, especialmente afectados por la situación actual. Además, muchas entidades bancarias también han activado un plan de ayudas complementario para facilitar liquidez a las empresas y soluciones financieras como: moratorias de hipotecas y alquiler, aplazamientos de pago de préstamos, suspensión de algunas comisiones y ampliaciones de los límites de la tarjeta de crédito, entre otros.
Enfrentarse al pago de las cuotas hipotecarias de los locales comerciales u oficinas es otro de los dolores de cabeza de este sector. Como alternativa, pueden solicitar al banco una moratoria del pago de la cuota hipotecaria durante tres meses, pero deberán cumplir una serie de requisitos, como estar parado o haber sufrido una caída sustancial de los ingresos.
Evitar los despidos
Otro de los desafíos a los que se enfrentan, especialmente los pequeños empresarios es mantener los puestos de trabajo a pesar de la caída de la demanda externa y, por tanto, de las ventas y de la producción. Para evitar que se produzcan más despidos, han agilizado la tramitación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), tanto aquellos que se presenten por fuerza mayor como los que se aleguen causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
Además, el Real Decreto Ley de 17 de marzo especifica que las empresas con menos de 50 trabajadores que soliciten un ERTE, estarán exoneradas del pago del 100% de las cuotas, mientras que en las de más de 50 empleados se le exonera el pago del 75%.
Cese temporal de actividad
Para aquellos pequeños empresarios y emprendedores cuya actividad haya tenido que detenerse o hayan visto su facturación reducida a más del 75%, pueden solicitar el cese temporal en su actividad.
Ayudas en el pago de impuestos
También, se han aprobado medidas para la flexibilización y fraccionamientos de deudas tributarias para pymes y autónomos. El pasado 14 de abril se aprobó un nuevo Real Decreto Ley 14/2020 que permite a los empresarios aplazar la presentación e ingreso de las declaraciones y autoliquidaciones tributarias del 20 de abril hasta el 20 de mayo, incluyendo la declaración trimestral de IVA y el pago fraccionado de IRPF y Sociedades. Además, este colectivo también podrá aplazar las cuotas de la Seguridad Social, solicitando una moratoria sin intereses en su pago de hasta seis meses.
Retos de futuro
Teniendo en cuenta todo lo mencionado, ¿cómo pueden encarar el futuro las pymes y los pequeños empresarios? En primer lugar, lo más importante es que reanuden su actividad lo antes posible. Es decir, poco a poco, recuperar los niveles de rendimientos preexistentes a la pandemia. Para ello, es aconsejable reestructurar tanto los gastos de la empresa como los recursos que debe disponer y anticiparse a los diferentes escenarios que puedan producirse. También, es recomendable buscar nuevos productos o líneas de negocio, así como cuidar y mantener el contacto con nuestros empleados, clientes y proveedores.
Sin duda, son muy diversos los desafíos a los que se enfrentarán las empresas en los próximos meses. Por un lado, están los retos personales y empresariales, entre los que muchos empresarios se debatirán entre tirar la toalla o continuar hacia delante. A estos se suman los retos de seguridad, es decir, conseguir las medidas de prevención de contagios necesarias para garantizar la seguridad de sus trabajadores.
Por otra parte, también habrá retos de innovación y tecnológicos; pues, como todos sabemos las nuevas TIC son más que necesarias. Otros hitos a alcanzar pueden ser: retener el talento de los empleados, llegar a acuerdos con los trabajadores y mostrar el valor del pequeño negocio frente a los competidores más grandes, etc.
Finalmente, también será fundamental mantener la ilusión con el proyecto y buscar la motivación necesaria para continuar creciendo. Nadie lo niega que serán tiempos difíciles, pero como toda crisis también se pueden generar nuevas oportunidades que debemos ser capaces de aprovecharlas.
En Crisjoan seguimos a tu lado para asesorarte y ayudarte a encarar estos tiempos difíciles. ¡Ponte en contacto con nosotros y te informaremos!